mayo 06, 2011

Paltas de exposición: Esos adorables nervios... ¡¡FUERA!!

Terminando la idea de las exposiciones sobre impostar la voz y sintetizar la información. Hoy vamos a una de las partes que más sirven, no solo a la hora de exponer, sino tambén como desenvolverse con un informe o hasta hacer una pregunta, acotar temas, etc. Esto es la capacidad de relajarse y desenvolverse correspondientemente "deshaciendose de los nervios"

Nuevamente esto es una habilidad aprendida del teatro, en donde no solo hay que saber dirigir la voz al público de manera apropiada, sino también a estar seguro, digamos, evitar titubear, las mal vistas muletillas y los infames Ehhhhhmmmm.
Un consejo bien recibido ha sido el de reemplazar estos gestos con silencios, breves, no muy extensos, pues el llevar un gesto muy recurrente evidencia un mal manejo de la información, mala preparación o que derechamente se está inventando.
Los gestos mencionados tienden a ser efecto del nerviosismo producto del pensar "¿Lo estoy haciendo bien?". Pensar eso, es innecesario, cuando se expone, hay que pensar que uno es "dueño" de la información que se entrega, por tanto no debe justificarse un error, excepto ante el evaluador DESPUÉS de la exposición, en el caso de ser corregido.

Otro ejercicio que ayuda con los miedos al exponer, es un método un tanto evasivo, pero que funciona en la práctica.
Suele pasar que al mirar a cualquier persona al dirigirse al público, puede generar distracciones y alborotar todo el trabajo. Para esto, bien funciona el mirar un horizonte inexistente, enfocar la atención en un punto imaginario. ¿Por qué?
Porque en cierta forma un o evade las distracciones que significa mirar un público que puede parecer impaciente, o que puede aburrirse con facilidad. La idea es olvidar el hecho que si uno se equivoca te van a comer vivo. A sabiendas que eso no va a pasar aunque tengan los cubiertos en mano, tenedlo por seguro.

Enfrentar miedos es un ejercicio demasiado complicado, es algo que abarca muchas cosas, desde el miedo al ridículo, hasta fobias o traumas (agorafobia por ejemplo). Una cosa principal que tomar en cuenta, es que el fracaso debe ser parte de la vida cotidiana, pues no siempre se puede ser exitoso; siempre hay que considerar, aunque sea mínima, la posibilidad de fallar, fracasar. Pero no hay que dejarse bajar por algo tan simple, "una batalla perdida no implica perder una guerra completa".

Bueno, lo importante es ir a matar o morir.
¡¡Así que a jugarla nomás!!

Fuentes:
Comunicarse asertivamente
Miedo al ridículo antes de emprender
Agorafobia en Wikipedia

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